Una planta de bioetanol de Redcar, explotada por Ensus, puede verse obligada a cerrar de forma inminente a menos que intervenga el gobierno británico. El operador citó un reciente acuerdo arancelario entre el Reino Unido y Estados Unidos que eliminaba un arancel de 19% sobre las importaciones de etanol estadounidense como factor crítico que socavaba la viabilidad de su negocio.
Llamamiento urgente a la acción
Grant Pearson, chairman of Ensus, emphasized the urgency of the situation, highlighting the potential loss of skilled jobs in the region. “The government needs to come up with an urgent solution to save the jobs we have,” Pearson stated, underscoring the broader economic implications of the plant’s potential closure.
En respuesta, un portavoz del Departamento de Empresa y Comercio (DBT) confirmó que están manteniendo conversaciones con la industria del bioetanol para evaluar las repercusiones del nuevo acuerdo comercial. Los resultados de estas conversaciones podrían ser cruciales para el futuro de la producción de bioetanol en el Reino Unido.
Importancia de la producción de bioetanol
Ensus explota una de las principales plantas de bioetanol del Reino Unido, que produce anualmente unos 400 millones de litros (88 millones de galones) de bioetanol, procedente principalmente de cereales forrajeros obtenidos en granjas locales y europeas. Este producto se mezcla con combustibles como la gasolina E10, contribuyendo así a soluciones energéticas más respetuosas con el medio ambiente.
La planta de Redcar no sólo produce bioetanol, sino que también genera subproductos con alto contenido proteínico que se utilizan como pienso animal, apoyando al sector agrícola. En la actualidad, la planta da empleo directo a más de 100 trabajadores y mantiene unos 3.000 puestos de trabajo adicionales a lo largo de su cadena de suministro en el norte de Inglaterra.
Repercusiones económicas
Los expertos del sector advierten de que la afluencia de bioetanol producido en Estados Unidos podría perjudicar considerablemente a empresas locales como Ensus y las empresas agrícolas asociadas. Pearson expresó su preocupación por que la pérdida de la planta de Teesside tuviera "repercusiones catastróficas en otros sectores vitales de la economía". Las ramificaciones podrían ir más allá de la pérdida inmediata de puestos de trabajo, afectando a la estabilidad económica de la región en su conjunto.
Creciente influencia de EE.UU. en el mercado británico
El Reino Unido es el segundo destino de las exportaciones estadounidenses de etanol, según ha señalado la Asociación de Combustibles Renovables, un grupo estadounidense de defensa del etanol. Su director, Geoff Cooper, se mostró optimista sobre el nuevo acceso al mercado, destacándolo como una bendición para la economía agraria estadounidense, al tiempo que ofrece opciones de combustible más barato y limpio a los consumidores británicos. Por su parte, el Secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, se mostró entusiasmado con la rápida aplicación del acuerdo, señalando que entraría en vigor "en los próximos días".
El futuro de la planta de Ensus y de la industria británica del bioetanol pende de un hilo mientras las partes interesadas esperan que el Gobierno actúe para afrontar los retos que plantea la dinámica comercial recién establecida. La situación pone de relieve cuestiones más amplias en la intersección del comercio internacional, la sostenibilidad de la industria local y la seguridad del empleo en un sector energético en plena evolución.
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