The UK Labour government is under increasing pressure following its recent welfare reform proposals aimed at saving £5 billion annually by 2029-30. Critics argue that the fast-tracked measures, designed primarily to balance the budget, adversely affect disadvantaged groups, raising questions about the administration’s long-term strategy.
Government’s Welfare Reform Plan
En marzo, el Gobierno laborista dio a conocer un Libro Verde en el que detallaba su programa de reforma de la asistencia social, que, según afirma, está orientado a la reinserción laboral de las personas con problemas de salud. Sin embargo, se espera que los ahorros más rápidos se deriven de unos requisitos más estrictos para acceder a los Pagos por Independencia Personal (PIP), una ayuda económica destinada a las personas con discapacidad, independientemente de su situación laboral.
En medio de críticas internas y externas, el Gobierno dio la semana pasada un importante giro de 180 grados para mitigar las disensiones en sus filas. Los recortes previstos en los pagos de la PIP sólo afectarán a los nuevos solicitantes a partir de noviembre del próximo año, salvaguardando a unos 370.000 beneficiarios actuales de posibles dificultades financieras.
Oposición y críticas de expertos
Analistas independientes y laboristas rebeldes han expresado su preocupación por el hecho de que los recortes iniciales sirvan sobre todo para cubrir un déficit presupuestario en lugar de proporcionar un apoyo sostenible a quienes lo necesitan. Por ejemplo, los expertos creen que se podrían haber destinado más fondos a facilitar oportunidades de trabajo a tiempo parcial para personas con problemas de salud, lo que permitiría una reincorporación gradual a la vida laboral.
Former Conservative Minister Iain Duncan Smith criticized the government’s approach, stating that “top slicing never works” without a wider strategy to reform welfare. He emphasized the importance of focusing resources on the most vulnerable and indicated that the current binary welfare structure may inadvertently push individuals into complete unfitness for work.
Implicaciones más amplias para la sanidad nacional
Mientras el Reino Unido se enfrenta a un aumento de las solicitudes relacionadas con la salud, las estadísticas recientes indican que aproximadamente 7% de las personas en edad de trabajar reciben actualmente prestaciones por incapacidad, frente a menos de 5% en 2015. Muchos expertos sostienen que este aumento puede estar vinculado a problemas sistémicos dentro de la estructura de la asistencia social que hacen casi imposible una transición gradual de vuelta al empleo para las personas con discapacidad o problemas de salud mental.
La pandemia ha exacerbado aún más estos retos, poniendo de relieve una importante dependencia de los pagos en efectivo en lugar de ayudas en especie específicas, como terapias para problemas de salud mental. Los críticos sostienen que este enfoque puede perpetuar un ciclo de dependencia de la asistencia social en lugar de promover la recuperación y la participación económica.
Government’s Dilemma
Enfrentada a posibles reveses fiscales por valor de 3.000 millones de libras debido a su reciente cambio de política, la Canciller Rachel Reeves podría verse obligada a considerar subidas de impuestos o recortes adicionales del gasto en el próximo presupuesto de otoño. La perspectiva de prorrogar la congelación de los umbrales del impuesto sobre la renta parece probable, ya que el Gobierno trata de estabilizar su posición económica.
Insiders suggest that the welfare reform plan was expedited to address fiscal demands arising from fluctuating market conditions and increased borrowing costs. However, ongoing tensions within the party over welfare policies raise questions not only about the feasibility of these reforms but also the government’s overall credibility.
Resumen de las principales preocupaciones
La situación pone de relieve cuestiones sociales más amplias: ¿Está el Reino Unido experimentando un aumento de los problemas de salud, o es el propio sistema de bienestar el que requiere una reforma integral? A medida que se desarrollan los debates en torno a la eficacia del empleo como remedio para los problemas de salud, el gobierno laborista se encuentra en una encrucijada, luchando contra las implicaciones de sus decisiones y esforzándose al mismo tiempo por mantener la estabilidad política en medio de un panorama de la asistencia social sometido a gran escrutinio.
En la situación actual, el Gobierno se enfrenta a importantes obstáculos para fomentar un sistema de bienestar que apoye adecuadamente a las personas que necesitan asistencia sin comprometer la integridad fiscal. Los próximos meses serán cruciales para la administración laborista, que deberá abordar estas complejas cuestiones respetando al mismo tiempo sus compromisos presupuestarios.