La actividad de las fábricas chinas cayó bruscamente en abril, según datos oficiales, ya que los aranceles de Trump a los productos chinos intensificaron el impacto de la guerra comercial e impulsaron una contracción sin precedentes de los pedidos de exportación. El PMI manufacturero cayó a 49,0, señalando un notable retroceso en el sector dependiente de las exportaciones.
Descenso del PMI e impacto de la guerra comercial
La Oficina Nacional de Estadística (ONE) informó el 30 de abril de 2025 de que el Índice de Gerentes de Compras (PMI) del sector manufacturero se hundió hasta 49,0, su lectura más débil desde diciembre de 2023. Una lectura por debajo de 50 indica contracción. Zhao Qinghe, estadístico jefe de la NBS, atribuyó el descenso de la actividad de las fábricas chinas a "cambios bruscos en el entorno externo y otros factores", subrayando la severidad de los aranceles de la administración Trump.
Un subíndice que mide los nuevos pedidos de exportación se desplomó a 44,7, el nivel más bajo desde finales de 2022, lo que subraya una grave contracción de los pedidos de exportación a medida que los compradores extranjeros se retraen en medio de los gravámenes 145% de EE.UU. sobre las importaciones chinas.
Impacto en los sectores nacional y de exportación
Aunque el PMI no manufacturero subió a 50,4, lo que indica modestos avances en los servicios y la construcción, la economía en general se vio presionada por el debilitamiento de la producción fabril. Los analistas advierten de que, sin un fuerte estímulo económico, China se enfrentará a vientos en contra cada vez mayores.
Robin Xing, economista jefe para China de Morgan Stanley, escribió que las incertidumbres inducidas por los aranceles han llevado a muchos exportadores a detener los envíos a EE.UU.. "Creemos que el impacto arancelario será más agudo este trimestre", señaló Xing, añadiendo que las políticas actuales siguen siendo "reactivas y centradas en la oferta", no logrando compensar el impacto de la guerra comercial.
Respuesta del Gobierno y estímulo económico en China
En respuesta a la desaceleración, Pekín ha puesto en marcha medidas específicas desde finales de 2024, como la flexibilización del crédito para las empresas en dificultades y la oferta de incentivos para impulsar el gasto de los consumidores. Sin embargo, las autoridades se han resistido a aplicar estímulos fiscales amplios, optando en su lugar por un apoyo calibrado.
En una reunión informativa del Gobierno, Zhao Chenxin, de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, declaró que Chi dispone de "amplias reservas políticas" y que acelerará las actuales medidas de estímulo económico para estabilizar el crecimiento. Los analistas prevén medidas más agresivas de relajación monetaria y estímulo fiscal en los próximos meses.
Reacción política
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, rechazó los llamamientos a una tregua arancelaria con Washington, advirtiendo de que el apaciguamiento solo "envalentonaría" al "matón". El presidente Trump defendió sus aranceles en una entrevista en ABC News, afirmando que China "sí aplicó los gravámenes y que, en última instancia, pagaría sus costes a pesar de la contracción de los pedidos de exportación que provocaron".
Con la actividad fabril en dificultades y el PMI no manufacturero ofreciendo sólo un alivio marginal, los líderes de China se enfrentan a una creciente presión para desplegar importantes medidas de estímulo económico o arriesgarse a una desaceleración más profunda.
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